lOS PALMAS DE PLATA DE MOREDA ASTURIAS – ALVARO GERMÁN GUTIÉRREZ Y JOS´ÇE MONTES CAMPAL

Vicente Madera Peña

Antecedentes

La Revolución de octubre, ya era conocida desde hacía algún tiempo, los rumores sobre ella no dejaban de salir y se proclamaban a los cuatro vientos, por ello no es de extrañar que Vicente Maduro, Presidente (1) del Sindicato Católico de Mineros de Moreda y algunos otros miembros de dicho sindicato, informaran al Gobernador Civil de la provincia, el cual hizo caso omiso a las advertencias.

Visto este detalle los componentes del Sindicato de Moreda, establecieron ciertos turnos de guardia en el edificio, con el armamento que disponían de seis escopetas, un rifle y alguna pistola (2) por lo cual día cinco se encontraban en su interior 27 hombres (3) y la mujer del conserje  Lolita Cucto que atendía en todo lo posible a las necesidades de los resistentes. Por la mañana a primeras horas, las ocho, ocho treinta, los revolucionarios empezaron a disparar ya contra el edificio del Sindicato, pero no sería hasta las dos de la tarde del día cinco, que empezó el ataque al Sindicato, en toda regla. Los revolucionarios se habían acumulado horas antes en la plaza de la Iglesia cercana al Sindicato, y desde la torre de la Iglesia, la escuela graduada y otros edificios disparaban sobre el Sindicato, el cual resistía sus ataques, por lo cual emplearon cargas de dinamita, hasta paquetes enteros con sus veintiún cartuchos, los destrozos eran cuantiosos y los resistentes tuvieron que bajar al piso de abajo, replegándose a la parte trasera del edifico, en donde está instalado el “Cine Covadonga” para desde allí resistir los feroces ataques.

Serían aproximadamente las cuatro de la tarde cuando los resistentes observaron la presencia del cura párroco de Moreda, don Tomás Suero Covielles, el cual suplicaba desde la puerta para que se le abriera pues era portador de un mensaje de los rebeldes. Entra el cura e informa de la amenaza de los revoltosos de asesinar a los vecinos Benjamín Bernardo y Don Francisco Vigil Zapico si no se rendían. Negaron se los sitiados a la rendición y transcurrido el plazo el sacerdote opto por quedarse con los sitiados y aprovecho para confesar los a todos menos a seis que no pudieron abandonar sus posiciones de defensa. La resistencia continuaba a pesar de que las paredes se derrumbaban y el asedio se estrechaba por más de tres mil revolucionarios, que empleaban todos los medios materiales para rendirles.

Serian las once de la noche y ante el agotamiento de las municiones para las escopetas y pistolas, se pensó en evacuar el edificio por una de las puertas laterales del cine que da a un prado próximo al río, el cual cruzaron veintidós defensores, el sacerdote y la mujer. (4)

                                                             Acta notarial  

“Se calcula que los rebeldes arrojaron sobre el edificio unas 20

                               Toneladas de dinamita.

“En veinte minutos se contaron 146 explosiones. – Estuvieron sitiados por tres o cuatro mil enemigos. – Se envió de emisario al párroco para que se rindiesen. – Con gran riesgo abandonaron el edificio. – Cuatro compañeros que protegieron la retirada fueron asesinados.”  

                     “INTERESANTE ACTA NOTARIAL”

“Ya hemos hablado oportunamente de la heroica defensa realizada por el Sindicato Católico Obrero de Mineros de Moreda. Pero llega ahora a nuestro poder un interesante documento notarial que estimamos no debemos sustraer al conocimiento público para que el alto ejemplo de ciudadanía que han dado esos esforzados defensores de la fe, sirva de estimulo. Veintitantos hombres estuvieron sitiados por tres o cuatro mil rebeldes convenientemente armados y municionados, que además emplearon cerca de de veinte toneladas de dinamita para volar el edificio social en que se hacían fuertes. He aquí el interesante documento. 

“Número doscientos ocho”

“En Moreda, concejo de Aller, a veintisiete de octubre de mil novecientos treinta y cuatro.

“Manuel de la Campa Valdés, abogado, notario del Ilustre Colegio de Oviedo, con residencia en Cabañaquinta, capital del concejo, distrito notarial de Pola de Lena, hago constar: Que he sido requerido por don Manuel Madera Peña, mayor de edad, viudo, minero, vecino de ésta de Moreda, con cedula personal corriente de la clase trece, tarifa tercera, número cinco mil quinientos treinta y cinco, expedida en Aller en treinta de abril de mil novecientos treinta y tres, para dar fe de las manifestaciones que los obreros del Sindicato Católico Obrero de Mineros Española, con residencia en Moreda-Aller, así como las demás personas que presenciaron los hechos ocurridos, hagan acerca de la resistencia iniciada por los mismos en el edificio social el día cinco de los corrientes hasta su terminación.

El requirente manifiesta al requerirme que obra en nombre de la colectividad citada “Sindicato Católico Obrero de Mineros Españoles” de la que es Secretario y por encargo y en interés de las viudas y huérfanos de los heroicos obreros que perecieron en defensa de los principios básicos de Orden, Familia, Religión y Patria.

En virtud de tal requerimiento, en compañía del requirente y siendo las doce del día de hoy, me constituí en ese pueblo de Moreda y edificio del Centro Cultural, donde seguidamente comparece ante mí: Don Secundino Huerta Cueto, mayor de edad, minero, casado, de esta vecindad, quien manifiesta:

Que persuadidos los Obreros del Sindicato Católico Obrero de Mineros Españoles, desde hace mucho tiempo que el desorden y la anarquía social se avecinaban sobre Asturias y que los socialista y revolucionarios todo lo tenían dispuesto en armas y municiones, decidieron defender con toda energía y aún a costa de la vida, sus ideales católico sociales, en que cifran la verdadera y única solución de la cuestión social y la redención del proletariado, y contribuir así a la salvación de su Patria España, contra todo movimiento revolucionario; y en su consecuencia desde diez días antes del movimiento se dispuso una guardia permanente en el edificio social integrada por asociados. La noche anterior al movimiento pudo apercibir la guardia de que los elementos destacados del socialismo circulaban en bicicleta y otros vehículos cursando órdenes a sus afiliados para iniciar el movimiento revolucionario. En vista de ello los veintiséis hombres que constituían la guardia tomaron posiciones y se aprestaron a la defensa del edificio.

Sobre las ocho horas y treinta minutos del viernes, cinco de octubre, empezaron los revolucionarios a disparar sobre el edificio por descargas espaciadas, en cuya forma continuaron hasta las trece horas del mismo día en que en que empezó el asedio en regla, disparando entonces los revolucionarios sobre los cuatro frentes del edificio y lanzando al mismo tiempo bombas de mano, líquidos inflamables y cajas de dinamita. Se calcula que según referencias de los mismos revolucionarios, arrojaron al edificio con aparatos especiales alrededor de diez toneladas de dicho explosivo.

En esta forma continuo el asedió hasta las cuatro de la tarde en que el párroco de Moreda (que en paz descanse), Don Tomás Suere Covielles, se acerco a la puerta del Sindicato rogando que le abrieran y manifestando a los defensores que los revolucionarios habían cogido en rehenes a los vecinos Benjamín Bernardo y Don Francisco Vigil Zapico así como al citado párroco, habiéndole comisionado a él, para exigir la rendición, con la conminación de que, caso de no hacerlo, serían fusilado los rehenes. Habiéndose negado resueltamente los defensores por tener la convicción de que serían asesinados tan pronto como se rindieran, el requirente manifestó al señor Suero Covielles que podía optar entre quedarse con ellos, salir y manifestar a los rebeldes la negativa rotunda a rendirse, y que por si un milagro de Dios podían escapar con vida y le cogían prisionero, caso de quedarse, podía decir que le habían retenido por la fuerza. A pesar de encontrarse dentro del local el emisario, continúo el fuego con la misma intensidad.

El cura párroco opto por quedarse con los defensores y a los pocos momentos confeso a los que lo solicitaron  no pudiendo hacerlo seis de ellos por la imposibilidad de abandonar los puestos de defensa. A partir de este instante se intensifico el tiroteo, llegando un momento en que se encontraron sitiados por tres o cuatro mil enemigos, llegados de distintas cuencas.

Seguidamente comparecen ante mí: Don Manuel Vázquez Álvarez, don Celso Castaño Suarez, don Luis González y González, don Manuel Taladriz Fernández y don José Palacios Suarez, todos coincidieron en sus manifestaciones con lo declarado por don Secundino Huerta Cueto, lo que así mismo confirma el requirente que dirigió la resistencia.

A continuación comparecen don Lisardo Bernardo Caravia, farmacéutico mayor de edad, casado, vecino de esta, quien dice: Que hacía las nueve horas del día cinco de los corrientes empezaron los revolucionarios a disparar contra el Centro Católico Obrero de Mineros españoles, reuniéndose, según su apreciación para el asedio de dicho Centro, unos cuatro o cinco mil revolucionarios, procedentes de las diversas cuencas mineras. Que el asedió duró duro hasta el día seis a las nueve de la mañana. Que tuvo curiosidad reloj en mano de apreciar el número de explosione y conto ciento cuarenta y seis bombas de dinamita en veinte minutos. Las descargas de los fusiles eran continuas.

Seguidamente comparecen: Don Constantino Rodríguez Fernández. La señora Fe Vigil Bernardo y don Amador Lorenzo Álvarez, Presidente de la Cruz Roja de Moreda, todos los que coinciden en sus manifestaciones con el señor Bernardo Caravía.

Así pasó como relatado queda en esta acta que por acuerdo de todos lo leo. Firman y yo el notario, que signo y firmo, doy fe de conocer al requirente y de todo lo contenido en este instrumento público. Secundino Huerta Cueto – M. Vázquez – C. Castaño – Luis González – Manuel Taladriz – José Palacio – Lisardo Bernardo – Constantino Rodríguez – Fe Vigil – A. Lorenzo – Vicente Madera Peña – signado – Manuel de la Campa – rubricados – interlineados –“únicas”. Vale – Hay un sello que dice Notaria de don Manuel de la Campa Valdez. Cabañaquinta.” (5)

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LOS 26 HOMBRE QUE ESTUVIERON DE GUARDIA:

Ángel Álvarez Antón, Gregorio Baizan, Celso Castaño Suarez, Benigno Ga5rcía González, Álvaro Germán Gutiérrez, Faustino Germán Gutiérrez, Adolfo González. Luis González González, José Huerta, Secundino Huerta y González, Jesús Huelga, Adolfo Madera Peña, Vicente Madera Peña, Regino Martínez Pico, Ángel Mayada, José Montes Campal, Celso Ordoñez, José Ordoñez, Miguel Pajares, Jesús Palacios Suarez, José Palacios Suarez, Corsino Piñera Menéndez, Ángel Soto, Bernardo Álvarez Vázquez y Manuel Álvarez Vázquez. (6)

Se encontraron también presente la mujer Lolita Cueto y el sacerdote párroco de Moreda Tomás Suero Covielles.

Como se puede comprobar las fuentes nos dan solo los nombres de 25 hombres y suponemos que si había un 26 este debería ser uno de los nombrados en el acta notarial que no consta como vecino.

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A partir de aquí no he encontrado un relato en ningún periódico o informe de algún superviviente, sobre las circunstancias que rodearon a los cuatro valientes defensores que quedaron protegiendo la retirada de sus amigos y camaradas y el hecho cierto es:

Los cuatro mártires

Ángel Álvarez Antón, casado con un hijo

Álvaro Germán Gutiérrez, soltero

Regino Martínez Pico, soltero

                  Y

José Montes Campal, viudo, con cinco hijos.

Dieron su vida mientras protegían a sus compañeros.

Igual suerte corrió el sacerdote Tomás Suero Covielles que fue detenido y más tarde asesinado.

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El resto de los asediados con Vicente Madero Peña, pudieron refugiarse en el monte hasta la llegada de las tropas libertadoras.

Entre los muertos había dos falangistas que de acuerdo con el Reglamento de la Junta de Recompensas de Falange Española de las J.O.N.S., merecieron la Palma de Plata y estos eran:

José Montes Campal

Álvaro Germán Gutiérrez 

Expediente de Recompensas nº 5

“Resulta de este expediente que los camaradas José Montes y Álvaro Germán, sitiados con un grupo de mineros del Centro Católico de Moreda durante los sucesos revolucionarios de octubre de 1934,  no solo defendieron el edificio con extraordinario valor desde las primeras horas de la mañana del día 5, hasta las del día 6, sino que permanecieron en su puesto, cuando ya casi todos sus compañeros de defensa se habían retirado, hasta perder la vida frente a la muchedumbre de los atacantes.

Aunque la hazaña magnifica de los dos camaradas caídos no se realizara en unidad específica de nuestra Falange, ni bajo sus mandos propios,, el movimiento no puede sustraerse al orgullo de haber contado en sus filas a quienes de manera tan heroica cumplieron con su deber civil, y así romper el propósito de reservar su más alta recompensa para aquellos que hubieran alcanzado la heroicidad en misiones llevadas a cabo, inconfundiblemente, por unidades de la Falange o por los militantes sueltos, que en todo instante ostentasen tal condición, quiere honrarse galardonado la memoria de José Monte y Álvaro Germán con la Palma de Plata” (7)

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La historia sigue, pues derrotados los revolucionarios en esta mínima guerra civil que causo más de 1300 muertos y el odio y la sed de venganza, se desencadenaron de nuevo con la Guerra civil, siendo asesinados sin ningún tipo de juicio siete de los sobrevivientes del Sindicato de Morera, uno hermano de un superviviente y otro que firmo el acta notarial, entre más de 180 del Concejo de Aller:

Número 83 de la lista: Benigno García González, 23 años, minero, afiliado a Falange, preso primero en la Iglesia de Moreda, sacado el 31 de agosto de 1936 y asesinado.

Número 95 de la lista: Faustino Germán Gutiérrez de 34 años, minero, Jefe de escuadra de Falange de Moreda, casado con Florentina Fernández Álvarez, natural de Santiago de arenas (Oviedo) asesinado el 26 de enero de 1937.

Número 122 de la lista: Adolfo Madera Peña, hermano de Vicente Madera, vigilante de minas, natural de moreda, asesinado el 14 de agosto de 1936.

Número 144 de la lista: Jesús Palacios Suarez, 29 años, minero, soltero de Moreda, asesinado el 2 de abril de 1937

Número 145 de la lista: Antonio Palacios Suarez, no había estado en el Sindicato, pero es hermano del anterior, 31 años escribiente, asesinado junto con su hermano el 2 de abril de 1937.

Número 154 de la lista: Corsino Piñera Martínez, 32 años, minero, afiliado a Falange, de Morera, detenido el 21 de julio de 1936, encarcelado en la Iglesia de Moreda, escapo ocultándose y pago a un guía 1.000 pesetas para que le pasara a la zona nacional, el guía le delato y fue asesinado.

Número 168 de la lista: Manuel Taladriz Fernández, de 36 años, minero, casado con Pilar Germán Gutiérrez de Moreda, detenido el 23 de julio de 1936 estuvo dos días, trasladado al Sanatorio de la Sociedad Industrial Asturiana, para curarse de una herida en la cabeza que le habían causado con una brutal paliza, cuando se restableció fue llevado a la tenencia de Alcaldía de morera y dos meses más tarde asesinado.

Fue uno de los que firmo el acta notarial en el año 1934 por los sucesos de Sindicato Católico Obrero Minero de Moreda.

Número 176 de la lista: Bernardo Vázquez  Álvarez, 48 años, minero, casado con Amparo llaneza González, de Moreda, se le saco del Sanatorio de la Sociedad Industrial Asturiana el 28 de julio de 1936, asesinado en Entrañas, más tarde sacaron sus restos y fue quemado.

Número 177 de la lista: Manuel Vázquez Álvarez, hermano del anterior, 38 años, minero, casado con Carmen Álvarez Escalante, de Morera, preso en la iglesia de Nembri, asesinado el 27 de julio de 1936 en el monte y descuartizado su cadáver.

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Comentario final

Existen lagunas en los dos relatos, el del año 1934 sobre el armamento que poseían los sitiados, sobre alguno de los nombres, si eran 25 como la lista de los diarios o eran más y sobre los cuatro voluntarios, algún relato oficial y sobre la represalia de 1936.

Y en cambio existen dos informes oficiales de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S., uno del 1 de septiembre de 1936 y otro del 30 de junio de 1937, que al no estar digitalizados me ha sido imposible leerlos. Voy a solicitar me los envíen pagando los gastos y si lo logro los publicare, pues es posible nos aclare alguna cosa.

Por otra parte este archivo se encuentra en Madrid, y si alguno tiene interés en localizarlos y publicarlos dándome conocimiento a mí, estoy dispuesto a facilitar todos los datos posibles que tengo para su localización dentro del archivo.

  Notas:

  • En acta notarial de fecha 27 de octubre de 1934, nos dice “de la que es Secretario”
  • Este dato  está en contradicción con alguna otra referencia que indica la existencia de una docena de escopeta y otras tantas pistolas.
  •    No es exacta esta información, según algunos periódicos fueron 26 y la mujer del conserje, pero como informaremos en su momento existen dos periódicos que nos dan una relación de solo 25 hombres y la mujer dicha.
  • Relato extraído principalmente de la crónica de los periódicos “La Gaceta de Tenerife” 30/10/1934 páginas 2 y 3 y “Región” 7/11/1934 página  13
  • Acta Notarial:  “Región” 25/1/1936 página 7 Repetición  de “Región” 4/10/1935 página 4  
  • Los nombres en los periódicos no están completos, y han sido completados algunos gracias a la lista de muertos del Concejo de Aller-Moreda. Caja  1380 expediente 2 Folios  5 al 48 y 1380 expediente 1 Folios  501 al 520 y 794 al 799
  • Publicado en “¡¡Arriba!!” número 18 página 4 el  7 de noviembre de 1935

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Ricardo Fernández Coll “Richi”